Fiel a su estilo descontracturado en el momento de dar entrevistas, Katy Perry habló en esta oportunidad sobre un detalle de su intimidad: cuál es el hábito que más le molesta de su pareja y padre de su hija Daisy Dove, Orlando Bloom. De acuerdo a las palabras de la cantante, se trata de algo positivo, pero ejecutado de la peor manera y nada beneficioso para la convivencia.
“A él le encanta usar hilo dental, lo cual... gracias a Dios, porque algunas parejas no lo hacen y es repugnante y él tiene unos dientes brillantes”, comenzó diciendo la intérprete de “Teenage Dream”. Sin embargo, hay un pequeño problema cuando Bloom termina de usar el hilo dental y no decide tirarlo a la basura. “Lo deja por todas partes”, le contó Perry al programa Heart Breakfast with Jamie Theakston and Amanda Holden. “Lo deja en mi lado de la cama, en el auto y en la mesa de la cocina. Estoy como: ‘¡Hay tachos en todas partes!’”, enfatizó.
En ese momento, Theakston le sugirió que lo entrene para modificar esa costumbre de Bloom que a ella tanto le irrita. “Lo he intentado, hice todo lo que pude”, respondió Perry entre risas. La pareja suele ser muy abierta con la prensa cuando se trata de compartir información sobre su vida diaria. El año pasado, Bloom le brindó una entrevista al diario británico The Guardian y se sometió a un ping-pong de preguntas en el que tuvo que contestar, entre otras consultas, sobre la frecuencia con la que tenía relaciones sexuales con Perry.
Lejos de evadir el interrogante, el actor respondió sin rodeos. “No las suficientes, aunque acabamos de tener un bebé”, reveló, en alusión al nacimiento de Daisy, que se produjo en agosto de 2020. A los pocos minutos bajó el tono de la charla y focalizó en el tópico de la paternidad: “Estamos llenos de amor y asombro por la llegada sana y segura de nuestra hija”, expresaba por entonces.
“Sabemos que somos de los afortunados, no todos pueden traer al mundo a alguien de una forma pacífica como la nuestra”, compartían los artistas en un texto en Instagram cuando fueron papás. “Comunidades alrededor del mundo siguen experimentado una escasez de profesionales de la salud y cada once segundos muere una mujer embarazada o nace un bebé muerto, la mayoría de las veces por causas que podrían haberse prevenido. Desde la crisis del Covid-19, la vida de más recién nacidos está en riesgo por una mayor falta de acceso al agua, al jabón, a vacunas y a medicamentos para prevenir enfermedades. Como padres de un recién nacido, esta situación nos parte el corazón, y empatizamos más que nunca con aquellos padres luchadores”, añadían en el post.